llegando, un bombarde
a cenar a tu lugar fa
más feliz. Hablamos de
a perra fría y aburrida que er
se volvieron un revoltijo sin sentido. El dolor s
ente a la oficin
e de diseñador. Había manejado
ije, sentada en la lujosa silla
orprendida.
nté todo. La asistente. E
da -dije-. Ni u
lido como una roca, pero aun así tienes derecho a una compen
dije-. Quiero ser libr
El cambio de nom
uando terminé, se reclinó en su silla.
los papeles del divorcio listo
iendo. -Un rega
ctam
re manila en mi bolso. La demanda de
e llamó
ena! ¿Dón
s amigas
casa, pero la mamá de Jimena empeoró. Cre
pital.
as que hacer -di
ré, lo prometo
-dije,
siquiera dolían.
uelta unos mi
¿Todo
a vez me engañaras, me iría. Simplemen
te. -No seas ridícula. Nunca me de
mi bolso, se sintió cálido contra mis dedos. E
niosa de lo q
? -preguntó, su voz
zás
-. Intenta dejarme. Vea
or primera vez en días. -Qu