ista al centro de la ciudad. Samantha se sentó frente al escritorio, rodeada de cajas con papeles y una pizarra blanca donde había esbozado
sabía que tenía mucho por hacer, no podía evitar se
mostró el nombre de Laura. Sa
n tono amable, como si ya supiera qu
da. - Estoy armando todo. Ya tengo algunos planes, pero n
a idea de qué dirección tomar? - Laura so
ero había algo en ella que aún sentía que le faltaba. Hugo había sido muy astuto, y para derrot
en el mismo sector y que no se detenga ante nada. Lo más importante es qu
on el capital?
sonrió co
o bien, lo voy a encontrar. Lo que necesito ahora es
vides que tú no estás sola en esto. Yo te voy a
, agradecida, pero sabía que, en última inst
o que tengo que hacer yo. El futuro de mi emp
r que él no pudiera ofrecer? Fue entonces cuando algo le vino a la mente: la tecnología siempre había estado en constante evolución, pero no siempre se le daba el enfoque h
lla y empezó a escr
ia. - murmuró para sí misma mientras anota
un traje bien ajustado y una mirada decidida, apareció en la puerta de su oficina. Era Eduardo, un antiguo colega q
a y se sentaba frente a ella. - Esto no va a ser fácil. Sabes que no
asintió s
Hugo solo ve números, Eduardo. Y los números no lo son todo. Pod
s frentes. Desde el capital hasta la estrategia. La competencia
ve. Tenía claro lo que quería lograr, pero ahora debía enfocarse en lo
arra. - Necesito que me ayudes con las conexiones. Personas que
tes. No era la misma Samantha de hace un par de meses, la que había confiado e
ido. Tienes que ser paciente. Ca
scribir. Se giró hacia él, s
Mi tiempo ya está contado. -
evantó, toma
e pueda. Si realmente quie
n estaba comenzando a tomar forma. El desafío era enorme, y Hugo sería una amenaza constante, pero ah
la ciudad que aún parecía ajena a su lucha.
usurró para sí misma, con
ba trazado. Y nadie, ni siqu