eña iglesia en las afueras de la ciudad,
casar con un hombre que
e ahorrar para pagar la cirugía de Hannah. Solo compró unas ramas de flor de nube en una florería y le pidi
o aparecía. El lugar estaba casi vacío; ap
do en el tráfico. Esperemos un poco
piró con
than Lester. Decían que no tenía un trabajo serio, que era un bueno para nada
en como él le revolvía el estómago
al pequeño grupo reunido en la iglesia. Ella sí se había esmerado: vestía un elegante
ente, pero a Janet no le importaba. Lo único que le preocup
rcó a Fiona
dinero en cuanto
e si aceptaba ese matrimonio, le entregaría
dar, como quedamos. Ya deja de preguntar -respondió Fiona, intent
la iglesia con un atuendo llamativo y joyas
risa de superioridad dibujada en el rostro. Le había robado a Janet e
su vestido de novia. Sintió un nudo en el estómago, una
había arruinado lo único verdadero que había tenido en la vi
l no supo negarse, no después de enterarse de que estaba embarazada de su hijo. D
tantos años, su hermana seguía robándose todas las miradas. Aunque intentara igno
importarle el murmullo de los invitados-. ¿¡Qué chingad
. -¿Y el novio? ¿Dónde está? Tarde a su propia boda. Qué poco confiable, igual que su
ios tan groseros, pero estaban en un lugar público y ella era la hermana de l
mportar lo arrogante y cruel que fuera, pero ya no podía soportar sus tonterías. -¡Jocelyn, no andes ll
ca había visto a Janet así, ella q
silencio. Justo en ese momento, la
sol que entraba por detrás delineaba su sil
r a los presentes, y una expresión serena, aunque firme. Se abotonó el saco con calma y se lo
ra tan guapo que parecía irreal. Todas las miradas se posaron en él. Como si, sin