ntó César más tarde, como
realmente
bre
e tensó con
estaban divirtiendo, Clar
aban hu
stas -espetó-. Antes era
rados. Tomé mi copa de vino, la que no le había importado
a sorpresa. Luego dejé caer la copa. Se hizo añicos en
quedaro
voy
muñeca, sus dedos c
s crees que e
ela -anuncié a l
sonido ás
Clara? ¿De vuelta a ese pueblo de mala
. Se sintió como romper el hielo. Me
illo, arrastrándome
ra. Deja de actu
tranquilizadora, pero la ira herv
uviera concediendo un gran favor-. Iremos a c
-d
r más compren
o quedaba nada dentro de mí por él. Ni amor, ni od
contra su pecho. Podía oír los latidos de su cora
está muy frágil en este momento. Le prometí que la llevaría de viaje.
al que se suponía que
é. Cuando regrese, olvidaremos todo este drama y nos casaremos. No tienes que s
roso. Pensó que me estaba da
e abrazara, dejé que pe
de mi sumisión. Me dio una palmad
es mi
Lo vi irse, una extraña calma se apoderó de mí. Se iba a mi
señador que me había comprado. Me di cuenta de que todas eran del estilo que us
ida cupieron en u
s compartido durante una dé
so tropical con Carina. Lo supe porque ella publicó una foto des
miento, un dolor agudo me atravesó. Era más que físico. Era el dolor de una vida q
los
o de mí era profundo. Toqué mi
a. Ella y César en una playa, sonrie
bitación privada en la clínica, ignorando la avalancha d
Su boda era mañana.