fue amable mientras cosí
a preocupación-. Una caída como esa podría haber sido mucho p
de la sala de espera, que había estado murmurando en voz
video granulado de teléfono celular
caída dramática hoy en un intento de recuperarlo -dijo el presentador con voz grave-. Esto ocurre tras
es. Me agarré al costado de la ca
la puerta de mi cubículo con cortinas se ab
gnacio, estaba allí, su rost
mano conectó con mi mejilla en una bofetad
rdaespaldas que reconocí, me agarraron de los brazos. Me
haciendo? ¡E
e arrastraron fuera del hospital, mis pie
a una vieja bodega abandonada en las afueras industriales de la ciud
nica, su voz resonando
s me obligaron a bajar. Mis rodillas golpearo
ó su teléf
tética esposa está aquí, haciendo una escena.
de pánico de Ignacio a
hiciste? ¿
rrita la lección que has sido demasiado blando para enseñarle. No pued
r que me oyera-. ¡No es verdad! ¡
o. Luego, la voz de Ignaci
ella dice. Te lo compens
ea se
nza murió
dega sin ventilación. El sudor y la sangre corrían por mi c
n dolor tan intenso que me robó el aliento. Miré hacia abajo. Una manch
o, no
arganta. Me arrastré hasta la enorme pu
or, que alguien m
e Mónica desde el otro
Déjalo morir. De todos modos, nunca
llé, mi voz quebrándose por l
ido de sus pasos alejándose,
ba s
do en la oscuridad, el dolor en mi vient
lmente se abrió. Uno de los guardae
jo que ya podemos ll
brillantes, las voces a mi alrededor estaban amortiguadas. Sentí una profunda frialdad e
mi teléfono, que había estado en mi bolso, vibró
jos. Pero tienes que entender su posición. E
e mi ojo y trazó un camino a través de la suciedad de m
ó un sobre blanco e impecable. Dentro estaba mi certifi
un nombre que no había llamado en cinco años. Un nombr
el botón
dos v
ofunda, teñida de una sonrisa burlona familiar-. Empez
mi voz quebrándos
o-. Ya estoy en camino. Papá está conmigo.