e no podía procesarla. Quería que inclinara la cabeza hasta el suelo, aquí,
o a Tadeo. "Sus labios se están pon
dedor de su boca. Su pecho apenas se movía. El veneno de la serpien
nidad, no eran nad
lma, bajé la frente hasta el frío y sucio suelo de
hogué, las palabras sab
la sala de espera. Al
drea. "Y quiero ver alg
za contra el suelo. "Lo siento.
cuenta de que me estaba filmando con su t
se rio. "Esto est
imagen de los labios azules de Tadeo era un glaciar que conge
alabras un veneno que tuve que traga
pareció una eternidad. Finalmente, levanté la cabeza, m
nté, mi voz un susurro r
satisfacción en su rostro. "Casi. Una cosa más. Quiero q
uo. Un verdad
e golpear mi propia cara cuando miré a Tadeo. S
andab
ando a Andrea, ignorando todo. Ex
ía. Demas
a sonido. Ningún ritmo suave. Sol
e desvaneció. Los rostros de los extraños, de Andrea y
silencio en el p
abía
áneamente, reemplazado por una furia volcánica, al rojo vivo, que lo consumió todo. La
o, forjado en el crisol del úl