de rabia. "¿También te dio uno a ti?
e, perdida en su propio delirio paranoico. Por
diendo con una luz aterradora. Sacó su propio
al San José. Ahora. Tengo un prob
. Una nueva ola de miedo me
or mi rostro. "Mi hijo... Tadeo... no puede res
ar. Una de las enfermeras mayores dio un paso adelante.
artha, a menos que quieras pasarte el resto de tu carrera
ostro lleno de una mezcla de miedo y lástima. Na
e Tadeo contra mi pecho. Mi dignidad había desaparecido.
r favor. Solo consígale el antídoto. Me ir
risa lenta y cruel extendiéndose por
iado tarde para eso. Él me lastimó.
nto de muñeca. "Y este pequeñ
golpearon como
enalina atravesando mi miedo. "¡Es el hermano de D
mi bolso derramado de nuevo, haciendo que mi identificación se deslizar
ler se abrió paso por las puertas de la sala de espera. Te
te a su hermana. "¿C
amente cuidado. "Ella. Ella y su peq
una expresió
¿verdad? De acuerdo. Quiero que te arrodilles. Justo aquí. Pide perdón por inte