mis sueños con Ricardo, el h
en nuestra cama, entrelazado con mi hermanastra I
resa, la echaremos a la calle. Al fin y al cabo, ella no es más que una huérfana adoptada." Mi mundo se hizo añico
o una marca de humillación, un recordatorio constante de su trai
n desesperada en la barra de un hotel de lujo, al pedirle a un misterioso ext