mano de Sofía. Llevaba tres años casada con Mateo, y este bebé era la pi
un hogar. Mateo siempre decía que quería triunfar por sí mismo, sin la ayuda de nadie, y Sofía, enamorada, había aceptad
, Sofía había tomado una decisión. Hoy le contaría a Mateo sobre su embarazo y también le revelaría la verdad sobre su padre. Don
de vino que sabía que le encantaría. La noticia del bebé, se
teléfono vibró. Era un
s bien? Acabo
mujer por la cintura. No era un abrazo de amigos. Sus cabezas estaban juntas, sonriendo a la cámara con una intimidad que la golpeó co
al suelo, la pantalla se hizo añicos. El sonid
rió en ese mome
de nerviosismo y determinación. No notó el
que hablar," d
lo lo miró, la imagen de I
orcio," soltó
aron en el aire,
ró ella, su voz
Me voy a casar
se abría bajo sus pies.
mi socia. Sofía, ¿tú sabes quién es su padre? Es el Senador Ramírez. El mismísimo Senador Ramírez
un hombre que conocía desde que era niña. Y estaba segura de una cosa: el Senador Ramírez no
dijo ella, confundida. "El
iente. "Lo sé de buena fuente, de ella misma. ¿Crees que
da. "¿Lo mejor para todos? ¿Y nue
sé que es difícil. Pero seamos prácticos. Mi relación con Isabella es un negocio, u
?" repitió e
seguir casados en papel por un tiempo. Mantener las apariencias. Yo estaré con Isabella, aseguraré
ltante, que una risa amarga escapó de los labios de So
ncontrando fuerza. "¿Quieres que yo, tu esposa, acepte que tengas un
tura esposa! ¡Y es por nuestr
toda la ternura que había sentido por él se convirtió en ce
LA
tamento. La mejilla de Mateo se puso roja al instan
za. En su vientre, una punzada de dolor la hizo jade