un eco de un dolor que ya viví, el recuerdo de una vida que terminó en cenizas. La beca para el
uerzo y talento valían la pena. Pero también fue la mecha que encendió la en
mi restaurante destrozado, el rostro de Valentina, fingiendo preocupación mientras por den
mismo correo por primera vez. El bullicio de los estudiantes a mi alrededor es el mismo, la luz que
des! ¡No puedo cre
me barato, una imitación burda del que yo uso, me revuelve el estómago. En mi
y,
abrazo se queda en el aire. Valentina parpadea, conf
a? ¿Qu
lsa alegría. Lleva un vestido casi idéntico al mío, uno que yo usé la semana pasada. Su peinado
stoy harta,
studiantes que estaban cerca se voltean a mirarnos. La confusión
e qué? Solo te es
ue hago. Mi ropa, mis peinados, mis tareas... ¿crees que no me di cuenta de que el ensayo que entregamos ayer er
ededor. Ahora todos nos miran. El
s ojos comienzan a llenarse de lágrimas. Es
ería una muñeca, tú querías la misma. Si yo entraba a clases de ballet, tú también, au
us mejillas. Son perfectas, silencio
s mismas oportunidades que tú. Mi familia no tiene dinero. Intento esforzarme, int
s. Un chico le pone una mano en el hombro a Valentina,
ice la chica. "Ella sol
o sentir culpable. Me habría disculpado, habría i
o y
e una marca de lujo. Una que, casualmente, es muy s
, intenta parecer uno que cuesta más de lo que tu familia gana en un mes. Y los zapatos, y el reloj. ¿De dónde sacas dinero para tus lujos si eres tan h
detiene de golpe, reemplazado por una expresión de puro
de otra forma, observando los detalles que ac
de víctima se ha caído por completo. "¡Voy a acusarte con el director! ¡
e alegría. "Adelante. Ve con el director. De hecho, vamos
mi seguridad. No esperaba esto. Esperaba qu
se sentía culpable
asegurarse de que la sombra que la persiguió hasta la tu