México", mi restaurante, solía ser la sinfonía de m
mejor amigo" de mi esposa Sofía, entrando en nuestra casa com
eña Luna, y el mundo qu
la empujó con furia animal, y la cab
por un "error de una noche", mientras ofrecía desterrar a Luna, m
mente, l
solo enmascaró el veneno, ha
na con gasolina, su sonrisa retorcida reson
embló, con los ojos f
dados intensivos, cu
l, y allí, a través de la puerta entreabi
solina y el encendedor? ¿Tú lo convenciste de que
frialdad que me heló, "y ahora mismo, le voy a qu
es, el
mi hija, mientras el monitor cardíaco de L
jo por el suyo, y que la que podría morir es en rea
sería el único heredero", contes
e matrimoni
para la infertilidad,
a y luego asesinada por
dije, mi voz vacía de emoción, mien
rogante, "¡Sin m
ya tenía
abogada. "Acabas de enviudar y yo estoy a pu