cuchillo. La sonrisa compasiva en el rostro de mi madre se congeló y se transfo
a de vulnerabilidad por un instante, sus ojos se abrieron
surro tembloroso. "¿Qué... qué estás dic
, sus manos bu
pasado. Ha perdido a sus padres, no
siendo firme, aunque por dentro me tembl
codiciosa que nunca había mostrado el más mínimo interés en su sobrin
có mi madre, cada vez más angustiada. "Nosotros tenemos una casa gran
la tía Marta. Mi padre puso la llamada en altavo
pobre hermanito... y mi cuñada... ¿cómo es
á", respondió mi pad
s... bueno, ustedes saben cómo está la situación. Sería una gran ayuda par
nsables, los únicos que podían salvar a la "pobre huérfana". Era la clásica manipulación del "qué dirán", la presión
estaba llena de una lucha interna. Él siempre había confiado en mi juicio, pero la sit
ión final es tuya. Eres nuestra única hija, y tu felicidad y tran
de mi madre, la mirada herida de Camila. En mi vida anterior, habría cedido. Me habría s
uego me había forjado en algo
a mis padres, ig
que me sorprendió a mí misma. "Mi prioridad es
teléfono, donde la tía
que tu situación económica es difícil. Mis p
dejando que la t
hagas cargo de Camila. Una cantidad generosa. Suficiente pa
nmediato. El tono de dolor fing
casi ver sus ojos iluminándose a través d
o en una negociación. Y yo acababa de c
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