culta en las som
susurros y luego en los inequívocos s
rtura, cada murmullo de Mateo u
ecesitaba este veneno para alimentar mi resolución. Necesitaba
había
ecía algo más o
e alejé de la ventana. Me moví con un sigilo que no sa
edé mirando la nada, mientras mi mente, antes una to
ón de minutos. La mujer que entró en esta
específico recomendado por un "amigo". Un médico que siempre parecía pesimista sobre mi recu
Siempre asegurándos
ado de tomarlos h
renombre, se sorprendió. "Tu pierna está sanando increíblemente bien. Con la terapi
ido la pena. Mi cojera era casi imperceptible si me concentraba. Había esta
me quemó l
me la habí
el accidente. Entré en mi antiguo cuarto, el santuario de mi adolescenci
l espejo de
que recorría mi muslo y pantorrilla. Era larga, den
, había di
, había di
na insignia de supervivencia. Vi la
ino con una nueva aceptación. Esta cicat
no vibró.
Ya casi es hora de irnos
i garganta. Su hipoc
. El juego ha
Estaré lista en un momento", respondí, mi
esta noche. Quiero que disfrutes", dijo, su voz cargada
la. Gracias por cui
or ti, princesa. Nos ve
n", mentí,
sintió como cen
jando que la calma gélida se asent
ta. Era un vestido hermoso, largo y fluido, de color esmeralda. P
meter en
, hasta que encont
stido
rojo como la pasión,
abertura lateral alta, muy alta.
na mujer que no ten
que p