de emergencia de la iglesia se encendieron, arrojando un resplandor pálido y fantasm
s los días, aunque lo dejara en su puerta y nunca lo tocara. Una vez, a las tres de la mañana, fui a las montañas de las afueras para tomarle fotos a las estre
un poco. Ayer, cuando dejé el desayuno, abrió la puerta. No me gritó. So
los jóvenes amantes finalmente podrían sentarse a hablar y aclarar la
che. Su ropa estaba desarreglada, su cabello revuelto. Me vio parada en mi ventana, mirándol
mi diario, era un susur
e. Una cosa usada por tantos hombres, ¿todavía esperas que R
guntarle a Ricardo. Aunque ya no me quisiera
a. Él recordaba ese día. Valeria había ido a su casa y accidentalmente se manchó la blusa con vino. Usó su baño para limpiarse y se ca
ribió a propósito para lastimarlo, para hacerle dudar. Valeria era tan
laron la noche de mi cumpleaños? Los vi juntos en un café del centro. Se
n una calle cualquiera, volví a casa. Mis padres adoptivos me dijeron que me fuera, que era una vergüenza para la familia. Ricardo me bloqueó de todos lados. Caminaba por la calle y sentía que todo el mundo
por el escándalo de las fotos. Lo más horrible fue que Valeria vino a verme al pequeño
a, la crudeza de las palab
, se arrojó por las escaleras del edificio. Sangró mucho. La familia llegó y la llevaron rápidamente al hospital. Toda la familia me golpeó ahí
pedirle perdón a la ambulancia que se la llevaba. Cuando Valeria despertó en el hospita
Él me sujetó mientras ella le arrebataba un cuchillo de frutas de la mesita de noche. Me lo clavó en la boca
uí. La última frase es
de comentarios. Y después de mucho tiempo, apa
el diario es cie
que realmente
s un cliché de la falsa heredera que
una pizca de esperanza. ¿Realm
cardo soltó una ri
co, alguien
irme, llena
e experimentado en carne prop
gañar a otros,
detener la transmisión en vivo, a pone
oz del presentador de nuevo, como si una
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