con las velas y la estatua, tragó saliva. Pero la voz del director
suelta d
andes manchas de sangre seca, de un color n
pleto. Un silencio digital. Y luego, explotó con una violencia renova
r qué haría algo tan a
sperada por la fama, lo
chos pollos para un ritual raro, tal
do, diciendo que tenía depresió
, siempre diciendo que quería morir, y s
ien hecho po
n la fiesta de un montón de extraños. Ni siquiera sabían quién era yo, nunca
a. Su autoproclamada justicia
o se abrió solo por el viento que entró por un vitral roto, deteniéndose e
julio d
nó, ahora m
o me mezclé entre la gente para escucharlo cantar en el patio, sentí que flotaba. Mi corazón se sentía t
izo una pausa, m
la cayó en la calle. Se llama Ricardo. Hasta su nombre es hermo
! Estoy dando vueltas de la emoción en mi cuarto. Esta noche tengo
de una emoción genuina, leyendo las palabras con la inocencia con la que fueron escri
a otro primer plano del diario. Las palabras
pia. Aunque a menudo pasaba hambre y tenía que trabajar muchas horas después de la escuela en una tie
a preparatoria. Por un instante, una expresión de dolor cruzó su cara. Se sintió terrible. Claramente nos habíamos amado de v
había borrado. Rápidamente se aferró al brazo de
iempo," dijo con la voz quebrada. "Si tan solo no te
onvirtió en
ó por mi culpa.
al instante. La pizca de nostalgia que había sentido se convirtió en u
cómo puedes
n ella, pero dura cu
por otro y me engañó. Y después
o es culp
de sus brazos sobresalieron. El dolor en su rostro era genuino, el dolo
algo tan asqueroso. No vale
an ni una pizca de afecto por mí, aho
esa bestia, yo me opuse," dijo mi madre adoptiva, su voz llen
arácter y tu buen corazón. Sofía creció en esos lugares de mala muerte, su raíz ya estaba po
los d
a desenterrar su tumba y haré que su
lla misma buscó la muerte,
iz y armonioso. Y yo siempre fui la
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