s, o quizás
ibujaba en la pen
ntrañas y la sed me
ché risas famili
era se abrió, y la luz del ext
, seguida de V
picnic, como si estuv
aquí!", exclamó co
a en su
ula y se agachó, poniend
dado de comer. Qué gr
y sacó un plato
de pan duro y enmohecido
ebajo de los bar
rita. Buen
stallaron en
amente, sin mo
alvaje dentro de mí, pero
regalo?", preguntó Isabella,
luso aquí, en la basura, sigues
tada en la jaula, haciendo quee!",
il, mi mirada f
mi voz sonó ronca
errible. No tienes idea de c
una risa
ndome? ¿Tú? ¿Una vie
hacia su
La vagabunda me
e acercó
carle la memoria sobre cuá
ntió con e
ección que
una sonrisa gen
sillo y la introdujo en
. Es hora de
rta se
ada de miedo,
satisfacción d
la, su figura bloqueando
hó fren
er a respetar
ces me
as sus
un lado, y el sabor metálic
eño espacio, seguido por las
barbilla, forz
el principi
ine contigo, roga
os ojos, dejando que vie
ntarán", le dije, cada pala
el día en qu
solo la hizo
iente! Me
barbilla y s
les ordenó
e agarraron de los brazos, levantándome y
inmov
uno de sus carísim
guja brillaba
poco de esa arrogancia", d
lló contra
a pura se me esca
plosión blanca y caliente qu
l hueso
s se r
rrumbaba contra los barrote