en un segundo, se levantó de la silla con tan
r en serio! ¿Crees que puedes criar a un hijo
de origen, mi dependencia de él, en mi otra vida, esas palabras me habrían
o esa vida, ya había d
a sencilla y mi falta de apellido importante, le dijo a Ricardo en voz lo suficientemente alta para que
y avergonzada, ahora, esas palabr
da a tu lado mientras planeas tu vida con otra" ,
a mí, su rostro enr
con esto! ¡Esto es sobre nosotros,
bilidad, Ricardo, tu única preocupación es tu carrera y el dinero de la fam
, porque sabía que yo te
sas, todas sus mentiras, dejánd
voz llena de despecho, "cuando estés sola, sin u
de ti" , dije, y con eso, me di la vuelta,
más mentiras ni más insultos, abrí la puert
dentro del apartamento, el sonido de algo rompiéndose con
mado ya no me afectab
rza, pero no de miedo, sino de adrenalina, de libe
a de agua, mientras pagaba, vi por el rabillo del ojo que mi teléfono, el viejo y sim
arlo, un segundo después,
Sofía, tenemos
más que hablar, su furia, el portazo, la llamada desesperada... todo era parte
ebé, estaba preocupado por perder el contr
da velocidad por la calle, en dirección al edificio de apartamentos, probablement
e dibujó en mis labi
ación, yo ya estaría en un autobús, camino a mi nueva vida, una vida donde el a