fresco de la ciudad me llenó los pulmones, una mezcla de contaminación y libertad que se sentía extrañamente bien, cada pas
ue tenía para buscar información, necesitaba un plan, mi mente, ahora con la e
e algunos parientes lejanos, soportando sus miradas de lástima y sus consejos no pedidos, luché por encont
vez
ar desapercibida y empezar de cero, encontré uno a varias horas de distancia en autobús, un
nunca me visitó, ni una sola vez, su madre vino un día, para dejarme un sobre con algo de di
ero, que en ese entonces acepté por desesperación, ahora me parecía una
rtamento que compartía con Ricardo, era nuestra única casa, y mis pocas pertenencias estab
ios en el fregadero, ropa tirada por el suelo, un olor a cerveza rancia flo
l sofá, con la mirada perdi
e un salto, su rostro era u
scando por todo el hospital, los médicos dijeron q
res pesos, en mi vida pasada, me habría lanzado a sus
con una frialdad que p
de aire" , respondí, mi v
o acostumbrado a esta
.." , se detuvo, como si no supiera cómo
r mis manos, su rostro adoptó u
os, pero no te preocupes, ¿sí? Voy a cuidar de ti,
ce veintiséis años, ahora sonaban huecas, patéticas, me ap
icardo, solo quier
edó en la sala, confundido y probablemente irr
una vieja mochila lo esencial: algo de ropa, mis documentos, los pocos ahorros que había guardado en
del abandono, sino con el pulso firme de un plan de escape, él podía que
a con mi hijo