el cambio en
ostro de Miguel, la duda
propias lágrimas ahora genuinas, pero
én quise creerle. Fui yo quien te animó a ser bueno con ella. Si no lo hubiera hec
stra de la
a "traición" de Sofía, para reafirmar la nar
cio
l se transformó de nuevo en
voz dura como el acero. "La culpa fue
sa ahora contaminada con el veneno de los re
guel asintió c
a. La sangre llama. Camila, tú eres nues
familia unida en su odio
iz, construida
ón, Ricardo co
bril de
o Camila... Camila me regaló una caja de chocolates. Cuando los abrí, estaban llenos de gusanos. Ella se rio y dijo que era una broma. Todos se rieron. Menos Miguel. Él
mayo de
ue no quería que me castigaran, que seguro yo estaba confundida. Papá me gritó por primera vez. Me dijo que era una ladrona desagradecida. Miguel ya no me miraba a los ojos. Más t
junio d
bofetada. Me sangró el labio. Miguel estaba ahí. Vio todo. No hizo nada. Solo me miró con decepción. Esa noche, me encerré en mi cuarto y escuché
e había vuelto más
ba un poco m
"¡se lo inventó todo!", pe
so," murmuró Rica
a espectadora silencios
Rica
estabas e