era denso, nos detuvimos en un semáforo en r
ravés de la ven
ca
esas de afuera, de espaldas a
me hubiera lanzado una c
", grité s
lena se so
eguntó Javi
e Miguel", dije, señala
segundo, una microexpresión de pánico que desaparec
é coinc
oír mi grito,
par al vernos, se levantó de
sorpresa!", di
a vent
o más remedio
erte", dijo Elena con
, señor Javier, Sofía, ¿a
ofía", respondió Javier, con un ton
semáforo ca
dijo Ricardo, "luego me lla
jó del
mpezó a
o
ía dej
ue hace
n, empecé a toser, una tos
é, "necesito a
ia de Ricardo, que se había detenido en la
a un momento
la calle, a pocos metros de la caf
agua", dijo Elena, "pero te apur
he y caminó hac
oport
ue nos observaba
esperadamente, intenté comunicarl
una vieja señal que teníamos c
ceño ligeramente,
l coche, esta vez po
acabo de ver que tiene una llanta muy ba
ajo y abrió la puerta p
nada", di
eño", insistió Ricardo, llevándose
ora o
ntro de la cafetería, abrí la p
mi único pensamiento
r mi nombre, una mezcl
o me d
de un contenedor de basura, con el co
de un coche acel
ido? ¿Me ha
e posó en
giré, lista
Rica
o", dijo en voz b
todas mis fuer
ue ayudarme, ellos
aba mostrarle los mensajes
momento, el teléfo
evo m
ismo
ARDO, TAMBIÉN ES P
io que había sentido se convirtió en
e de Ricardo hab
fría, calculadora, una mirada q
que había visto en los
ía alejado, ahora regresaba lentamente, c