img Venganza De La Esposa Helada  /  Capítulo 3 | 36.36%
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Historia

Capítulo 3

Palabras:1077    |    Actualizado en: 08/07/2025

l invitado "enfermo" era

evoloteando a su alrededor, mientras Ric

dijo Ricardo, aliviado al verme

o una máscara de

la presión arterial. Revisé sus vías respi

" declaré, mi voz plana y sin emoción

con sus grande

.. ¿podríamos hablar un momento

era audaz,

do round, esta

lla sobre sus posibles alergias para actualizar

nque parecía incómodo. Ricardo se fue, agr

rró, me quedé de pie, obser

diseño, a la que le había dado consejos sobre su carrera. La había vis

ta habí

go en mi boca, casi tan fuerte

la fachada de frag

te y triunfante se

ra un susurro tembloroso, sino un ronroneo arrogante. "Pen

tan descarado, que me dejó

iña asustada. Era

tar. "¿Nosotros te dimos todo. Una beca, oportuni

na risa corta

ran chef Sofía Romero y el famoso arquitecto Mateo Vargas pudieran sent

llenas de un resentimiento

có a mí, invadiendo

o y dulzón, me re

ble. Que en la cama eres... ¿cómo lo dijo? Ah, sí. 'Fría com

calculado, diseñado para h

llas, pero me negué a darle la s

e, y en ese mome

uería a Mateo.

través de un hombre poderoso, no a

había visto en muchas mujeres desesperadas a lo

confrontación directa era lo q

ue una pequeña sonrisa

Mateo son criaturas de hábitos. Siempre buscan lo mismo. Una versión más

ella, obligándo

Y las imitaciones baratas, como tu per

lo de pánico

acara. Esperaba lágrimas, g

en mi pecho, pero me dio un respiro,

orio de que tod

recuperar el control

e va a quedar con él. Y tú te que

ó la

tá esperando. Me prometió llevarme a

era infantil,

su come

a la puerta

rando, con una expresión

sonando clara y fuerte. "¿

to, aliviado de tener

amor. Vamos

l balcón se cerrara firmemente detrás de nosotros, bus

erta, no pude evitar u

de que nadie nos escuche. No vaya a ser q

da de un veneno que

tro una mezcla de

r favor, n

mano, un gesto

con calma. No es

ar la destrucción de nuestro matrimonio como

una vida, y por primera vez, no vi al compañe

goísta y débil, escondido de

hizo añicos, dejando solo fra

onido seco y

é mi restaurante en plena hora pico, dejé todo, porque

dejando que mis

r un encuentro con tu amante a mis espaldas, en un evento

gnitud de su desprecio finalment

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