teo De La Vega, el campeón, lo ha vuelto a hacer! ¡Una
y sacudía su cabello sudado, sonriendo esa sonrisa perfecta que enamoraba a tod
voz resonando en todo el circuito. "Ximena,
reír, a levantar la mano y saludar a la cámara como se esperaba de la esposa perfecta. Pero por dentro, sentía que un hielo
olso. No necesitaba mirar para saber quién era.
tu esposo en televisión? Lástima que esta noche no do
ampán, todo se desvaneció en un zumbido sordo. Me quedé mirando la pantalla del teléfono, las pal
Vega. Era solo un chico con un sueño, con más pasión que dinero, que corría en circuitos locales con un auto remendado.
lo animé después de cada derrota. Su familia, los poderosos De La Vega, lo consideraban una vergüenza, un rebelde qu
endió rápido. El humo era espeso y negro, y yo me quedé paralizada por el pánico. Mateo no lo pensó dos veces. Corrió a través de
ronca por el humo, mientras me abrazaba contra su pecho. "Eres
bía enamorado. El hombre que ha
raño que realizaba grandes gestos de amor en público mientras me apuñalaba por la espalda en privado. L
razo alrededor de ella de una manera demasiado íntima. Al principio, me negué a creerlo, me dije que eran negocios, que era un mal
scribía de otro. Era un juego c
antando su trofeo. El héroe de todos. Mi verdugo personal. La sonrisa en mi rostro se sentía como una máscara de yeso, a pu