que me rompió el corazón. Tomó mis manos, llenas de callos por las horas que p
un sacrificio por nuestro futuro", d
do. "¿De qué hablas, Pedro? Llevamos t
ofreció un contrato millonario. Pero hay una condición: tengo que casarme con ella. Es solo un acuerdo de nego
ue yo mantenía con mi trabajo. "¿Hacerme a un lado
do se calme y yo sea famoso, te buscaré. Te daré un b
a alegría de su éxito inminente, apenas disi
un trabajo? Pedro, ¿cómo puedes
nadie sabía, es que yo no era un
l conglomerado tecnológico "Del Valle Tech". El accidente de coc
or encima de cualquier c
.
recuerdos habían vuelto, como un to
través de una aplicación segura que yo misma diseñé. Decidí esperar el momento adecuado para revelarle a Ped
u sueño se hacía realidad, mi mun
imos un terrible accidente. Mi asistente personal, Ximena, murió en el acto al lanzarse sob
dre de Pedro, una mujer que vendía comida en un puesto callejero, me dijo que
y carismático, lleno de ambiciones. Me enamoré de su aparente dulzura y de sus sueños d
cer, estaba devastado y no podía concentrarse. Sin dudarlo, asumí toda la carga. Trabaj
cansancio, aprendiendo a editar videos, a manejar programas
nas web para pequeños negocios. Mis manos se llenaron de ampollas y callos por e
é para comprarle el mejor equipo de grabación y los cursos
ía comprado a plazos. Él me abrazó con fuerza, sus ojos brillaban
empre decía que yo era el tesoro m
leto. Lo abracé con toda mi pas
y creía ciegamente que é
imer pensamiento fue: "Mi Pedro ya no tend
de su éxito, me desecharía como bas
el sacrificio, ¿cóm
or, se acercó y tomó
o estás de acuerdo, prefiero renunciar a esta oportunidad an
dudó. Estaba a punto de contarle todo, de revelarle quién e
leria ya llegó. Te est
un café para Valeria, ¡rápido!", me ordenó, y
mi corazón se hundió ha
us joyas costosas y su aire de superioridad contrasta
ído. Ella soltó una risa cantarina, tapándose
ntentado tragar volvió
de café. "Solo tenemos café instantáneo, esp