ejandro se movía como un fantasma por su propio apartamento, el que habíam
da, sino para cuidar de Valeria. La instaló en la habitación de huésp
un médico heroico enfrentado a una elección imposi
, como si por arte de magia yo fuera a contestar. Luego lo de
e te sentías tan mal, Sofí
ente retorcida, s
aba la mañana del accidente, la alegría que sentía. El test de embarazo positivo
o antes del impacto, mientras una
importante esta noche", le había
ó él, con una sonrisa, sin apa
sero, Valeria se inc
, Sofi. ¿Compraste otro mueble q
o había un filo en su voz
o a Alejandro con todo el amor que se
un coche que cambiaba de carril a una distancia segura. Pero el grito sobresaltó a Alejandro, quien dio u
, fue casi un golpe sec
ía la verdad. Valeria había provo
dole un té a su paciente estrella, su teléfono
dijo con
ro puro. "¿Ya te dignaste a preguntar p
Ramos,
ñora Ramos. Y te exijo que me digas
por el pelo, visib
Tuve que tomar una d
gritó mi madre, y su dolor atravesó la línea telefóni
ilencio cargado de u
, preguntó Alejandro
pió en un sollozo ahogado. "El informe del fo
mano de Alejandro, cayendo
equeño altavoz del teléfono en el suelo. "Iba a tener un hijo.
su escudo, su fortaleza, se hizo añicos. Miró sus manos, las manos de un cirujano qu
ruido, sino la verdad real, brutal e i
r una profunda y amarga tristeza. La justicia llegaba tarde, y el precio