blancas del hospital me perseguía, un eco
uca: había regresado a mi lujosa hacienda, embarazada y con la aterr
e, en su mente, era para "limpiarme por dentro" y librarse
ión, me creyó paranoica, acusándome de ate
no era la ingenua Ximena; ahora, llena de una fría determinació