, la tensión era tan densa que
el mundo que Mateo había creado, pasaban la mayor parte del tiempo en el t
aban forma a figuras imperfectas pero llenas de emoción, Sofía lo observaba en silen
su tableta, una costumbre que había adoptado para manteners
ella y Mateo, sonriendo, en el restaurante más caro de la ciudad, el p
, era rabia, la rabia de ver cómo ellos celebraban
el reloj que ella le había regalado para su décimo aniversario, un sím
cardo entró en el taller
tengo h
, sus ojos se fijaron en la foto, la amplió con
mala?", preguntó, su voz era pequ
lpe, su corazón dolía por la
mi amor, solo... está o
ra débil, y a
o caro y al perfume de Elena, entró en la habitaci
uniones todo el día, ni tiempo de
olor de su traición l
, respondió, s
as a medio hacer
¿Vas a al
enar el armario, a sacar la ropa de invierno", improvisó, par
absorto en sus propios planes com
fue a su propia habitación, Sofía soltó e
a en la cocina cuando escuchó el sonido de un coche y lue
anunció Mateo, como si estuviera hablando del clima. "La casa de
ía casi se ríe, era una invasión,
disfrutando d
molestia, Sofía, es
tó los puños hasta que sus uñ
us bloques de madera, el que habían planeado hacer con barro en el taller, Leo, el hijo de E
itó Ricardo, con lá
omo tú", s
ccionó, empujó a Leo con toda
gritos, Elena y Mate
asó?", gritó Elena,
tuerto me pegó
de Ricardo, que tem
yó mi cast
ó a Sofía
violento ataque al mío? ¡D
ensable, Mateo se acercó a Ricardo
hora mismo!", le ordenó
creer lo que es
a malo! ¡Estás defendiendo al niño qu
oy a permitir que tu hijo la moleste a ella o a Le
a sonrisa veneno
ándose a ella. "Deberías agradecerme, si no fuera por mi gen
nfundida. "¿De qu
levantó un poco la blusa, revelan
Esa 'apendicitis' de emergencia?", preguntó, su voz era un s
la operación repentina, el dolor inexplicable, la i
no es p
n tanta urgencia? Mateo me ama tanto que estuvo dispuesto a sacrificar una pequeña parte de ti para salvarme la vi
orror de la revelación era tan inmenso, tan
ndo una negación, u
la mirada, su silenc
a y primitiva
y le dio una bofetada a Elena con todas
tó Sofía, su voz
intió un dolor agudo en su propia
ocarla!", gritó él,
sus hijos, la había golpeado para defender a l
r, la esperanza, cualquier vestigio
do todo en silencio, se acer
", susurró, su
ignidad del suelo, miró a Mateo por última ve
e esto, Mateo", dijo,
rás a su verdugo y a su cómplice, Mateo no la siguió, se que
tró en línea y lo firmó con mano temblorosa, luego, abrió su correo y le envió al Abogado todas las fotos de Mateo y
Quiero el divorcio, quiero la custodia total d
abía terminado, la gu