s brazos era un ancla que me hund
e ira, no pudo
e del jefe! ¡Ya le informé al jefe, si
entre sí y soltaron una
, se burló el de la voz chillona. "Si no hay orden, entonces
ha visto sufici
me al último vestigio de mi
n bruscamen
eso de mi hijo desapareció, reem
nsensible, que no me
quiv
mis mejillas. Me llevé la mano a la c
as de
ó el bajo vientre, como si me hubier
omenzó a extenders
ca, aterrorizada. "¡Se
o se habían alejado
raban más burla
ijo uno de ellos con desdén. "Nosotros,
os de dolor y humi
rosa y caí de espaldas
el conocimiento fue el sonido de varia
ó el j
me caro, el que siempre u
Solo sentía el dolor sordo en mi cuerpo y la pega
do sentarse j
de vasos rompiéndo
¿De qué sirven si no pueden d
el estaban todos de
al Doctor Luis? ¡Él segura
al instante. Su ira se transf
raña, necesita un mé
sistió: "¿Además del Doctor Luis, h
arrodillad
bién es un experto en gine
e inmediato, sin
pre lo ha atendido el Doctor
a mi alrededor, cada
sé que ya estaba ro
e al que había am
había salvado de la muerte
que me desangrara para no importunar a
ncapaz de ignorar por completo la situación, se dirigió a la habitación de So
hado todo, lloraba arro
médicos a su disposición, ¿acaso el jefe no p
sobrehumano por
s, pero logré enfoca
as un hilo. "Consigue hierba de la golondrina,
secándose las lá
sciencia, hundiéndome en una oscuridad donde el