ullo de la élite de la ciudad llenaba el salón. Yo, Ximena, estaba allí, con un vestido de mi propia creación, sintiéndome orgullosa. A mi lado, mi esposo, Mateo, el
ncrementos educados. Hasta que llegó la pieza central: un cuadro llamado "Corazó
voz chillona
illones d
de lujos inexplicables. Estaba de pie, con una sonrisa triunfante, como si acabara de ganar un premio. Intentaba "
De dónde sacaba tanto
conjunta la semana pasada. Una cuenta a la que solo Mateo y yo teníamos acceso. Miré a Mateo, buscando una explicación, una negación. Pero él no me mirab
ento lento, fue un golpe seco y brutal. Mi esposo, el hombre con el que había compartido mi vida y mis sueños, estaba usando nue
a frialdad que no sabía que poseía, tomó el control. Saqué mi teléfono discretamente, baj
nsacción saliente de la cuenta corporativa 77B. Es
ro lado de la línea, l
, Ximena.
or, emocionado por la puja, est
la una, cinco mil
hacia él y le susurró algo al oído. La cara del subasta
un... un problema con la transacción. La ofer
rofundo de la humillación. Sacó su teléfono, frenética, probablemente intentando entender por qué su tarjeta de crédito ilimitada había s
jos eran dos trozos de hielo.
siseó, su voz b
sabía todo. Su furia creció, una marea oscura que amenazaba co
amos.
ó a nuestro coche. Nos esperaba un sedán negro, con los cristales tinta
Mateo? Esto no es
enderás a no humillar
ra, en un viaje hacia un destino que olía a tierra y a miedo. Me sentí completamente atrapada, una p
e se detuvo frente a un rancho enorme y aislado. Las únicas luces provenían de un granero en el centro de la propi
Un grupo de hombres, todos ricos y de aspecto depredador, estaban sentados en sillas dispuestas en semicírculo. Be
ta. Una subas
edor de la cintura de Sofía, que ahora sonreía de nuevo, una sonrisa venenos
"Lamento la interrupción de esta noche. Pero teng
mpujaron hacia el escenario. Tropecé y ca
dora de moda de renombre. Pero esta noche, ella no es más que un objeto.
Mateo se acercó a mí, se agachó y me arrancó el bolso de las manos. Vació su contenido
"No tienes dinero, no tienes contactos, no tienes escapatoria. Yo te lo di to
a saboreando, disfrutando cada segundo de mi humillación. El hombre que había prometido amarme y protegerme