o afuera bajo la lluvia, con una expresión fría, sin hacer nada por ayudarnos. A su lado estaba Laura, mi prima, mirándome con una sonrisa cruel. El dinero de la herencia de mi padre, que a
nte, abrí
entraba por la ventana. En mis brazos, pequeña y cálida, estaba Luna, jugando con un cochecito de p
no vibró
. Con manos temblorosas, lo tomé.
una transferencia a su cuenta por la cantidad de 20,000,
o era una alucinac
sino la alegría de la oportunidad. La oportunidad de proteger a mi hija, de salvar mi ne
pecho con tanta fuerza q
me ap
, besando su frente. "Mami no
de tristeza. Eran lágrimas de furia y de
en la escalera
ía la transferencia," dijo con una voz que intentaba sonar cas
stro. La vieja Sofía, la que confiaba ciegament
e llegar," dije, tratando de so
? ¿Cuánto es?" se acercó rápidamen
peza mientras abría l
ueva vida de odio: abrí una captura de pantalla que había preparado. Mo
mostré el
raba un saldo de
codiciosa se borró y fue reemplazada por una
ó. "¿Veinte mil pesos? ¡Imposib
al borde de las lágrimas. "Esto es lo que llegó. Tal vez... tal vez mi
icamente por la pantalla, tratando de salir de la imagen y entrar a la a
foto. Déjame ver la cuenta real,
eniendo mi actuación de esposa confundida y asustad
l de engaño. Vi la sospecha en su mirada, pero también vi su desesper
," dijo b
té un botón lateral del teléf
abrirla," dije con la voz
ustración. Se pasó las manos por el pelo, caminando
a una y otra vez. "Tu padre era dueño de m
placer al verlo retorcerse. Esto era solo el comienzo, Rica