lazadas con tanta fuerza que sus nudillos estaban blancos. Había lle
i hijo está perdido en quién sabe dónde. ¡Tú eres su esposa! Tienes que llamar a tus
brazos, incómoda por el tono de
completo. "Y para que lo sepa, no hay dinero que mover. Jorge vació nuestra cuen
rió la boca para decir algo, p
necesitaría para el viaje, para
ado sus tarjetas de crédito, o pedido un préstamo. Deci
o silencioso y amargo. Sacó su
ofía. Dijo que estaba herido, que lo habían asaltado y le quitaron todo. Dijo que
te, sin mostrar
confesé. "Y le colgué. De
la tristeza al horror absoluto. Me
se de pie. "¿Es tu esposo! ¡El pad
dar a luz, para irse a buscar a otra mujer", respondí, mi voz s
rtíamos. Encendí la computadora y busqué el archivo de la cáma
oco por la sala. Vio cómo yo me doblaba de dolor, cómo el agua de la fuente manchaba el suelo. Vio cómo él me miraba,
fijos en la pantalla. Cuando el video terminó,
te a ella, pero n
"Eligió a Laura por encima de mí, por encima de su propia hija. Él eligió
on los ojos roj
mi hijo..
er ahora es protegerla a ella. De él, de su ir
onerse de pie. Su cuerpo
ey me lo permita, voy a solicitar el divorcio por abandono de hogar. Y voy a vender esta c
silencio denso. Cerré la puerta y me recargué en ella, soltando el aire que
equeña", le susur