endo metálico que pareció desgarrar el mundo, el impacto me lanzó hacia adelante con una fuerza
roteger a mi bebé, mis manos volaron para cubrir mi panza d
n granizo helado, y un dolor agudo y punzante
enso y nauseabundo, y vi el otro coche, o lo que queds una mancha roja comenzaba a extenderse sobre mi vestido de
estiraba, cada segundo una eternidad de agonía, todo mi cuerpo t
me sacaron del coche destrozado,
illas, posible he
¡rápido, la pres
preocupación era el pequeño ser que se movía débilmente dentro de mí, sentí
los labios secos y agrie
tes, me llevaron directamente a una sala de urgencias, donde las caras de
octor Vargas, ¡ah
n medio del caos, él era el mejor cirujano plástico del país, un hombre respe
ndos en un reloj, hasta que finalmente apareció en la puerta,
rmalmente llenos de adoración por mí, estaban distantes, casi frío
jo, su voz
o miró y su expresión cambió por completo, u
¿Ya estás en el hospi
ue vivía con nosotros
accidente, vi cómo la preocupación por mí se desvanecía de su rostro,
ercó a él, con mi e
a, está perdiendo mucha sangre, el bebé está en sufrimiento f
iró, su atención estaba co
a una enfermera por el teléfono, ignorando
ombre mayor de apel
esposa y de su bebé están en peligro inminente,
iró hacia López, su cara era una
un novato. "Conozco a mi esposa, Sofía es una mujer fuerte, puede so
ópez lo mir
iento de placenta! ¡
Castillo, está a punto de dar a luz, ella es mucho más delicada, necesita
en el propio accidente, las palabras de mi esposo, el homb
el momento más vulnerabl
voz un hilo tembloroso. "Po
ostro estaba a centímetros del mío, y su voz
mpre quieres ser el centro de atención
gió al equipo médico con su
s vitales, estaré revisando su progreso, ahora, si m
e alejaba por el pasillo, sin
a de lástima y horror, impotentes ante
s normal, el dolor de mis costillas rotas no era nada compa
er a mi hijo, y el hombre que debía s