Su sed de poder los cegaba, creían que controlaban el juego porque recordaban el resultado de la part
nte las de
l ilegal, uno que robaba fragmentos de código y talento de otros programadores cercanos. Era un parásito tecnológico. El potenciador le dio un talento deslumbrante, pero tenía u
s palabras frías resonando en mi cabeza. El dolor era real, un fantasma que aún me perseguí
me traicionó, rompió el último lazo que nos unía. En esta vida, él nacería de la mujer que admiraba, tendría el
rita
mientos. Un asistente me esperaba.
io del salón principal, hasta una pequeña oficina
e, estaba un joven pálido y delgado. Tenía el pelo oscuro y los mismos ojos intensos que Marco, pero
cuando entré, una tos seca
sorprendentemente cálida. "Lame
ad me tomó
e dicen de mí. Soy una carga. Puedo hablar con mi padre, decirle
e bondad inesperado en un lugar
verdad. Vi al hombre que, en mi vida anterior, había intentado advertirme sobre Marco en
de mis enemigos. Estaba construyendo un nu