s pulmones, espeso y dul
y mi padre estaba desplomado en su sillón
a la
ncerrado en la casa y abierto
estro propio bien, que pronto seríamos libres de todas l
anzado. Ella no quería ser la heroína, no, quería ser la
reía que tenía que sa
nvolvía. Mi último pensamiento fue de un profund
abandonado a su l
.
ido de sartenes cho
gas, sino a hue
do en mi pecho. Mi habitación era la misma, los pósters de la
taba co
y corrí a
rareando una vieja canción. Mi papá estaba sentado a la me
a vista y
s, mija. ¿Do
ndo el calendario que
el 15
ra el día. El día en que todo comenzaba. El día en
amoso y temido jefe del cártel, "El Patrón" , daría
a de seducirlo, Elena
astaba con presentarse. Tenía q
na, y en un acto de supuesta torpe
Patek Philippe, una pieza de colección valorada en más de t
moraría de ella. La
ada, mis padres y y
camos la casa que mis abuelos construyeron, ped
o para pagar la deuda de E
no apren
ón se intensificó. El acoso, las escenas, las deu
ros tres, asfixiándonos
ahora estábamo
an a sus ojos. Había una sombra en su mir
mpecé a decir, con
rimas corrían por sus mejillas, pe
. Lo record
y lo puso sobre la mesa. Su voz era gra
e a los ojos, "no haremos nada. No mover
ó en esa cocina. Un pacto nac
estra famili
ificara sacrifi
Elena entró corriendo a la casa, c
Patrón dará una fiesta h
edamos en silencio, mi
e aliento. No hubo
lencio frí
u habitación para prepararse, y nosotros nos quedamos abajo, escuchando los rui
he no d
era
crito, el teléfono s
a pol