img El engaño de Ricardo: Dulce traición  /  Capítulo 2 | 27.27%
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Historia

Capítulo 2

Palabras:1036    |    Actualizado en: 08/07/2025

egreso. El día que había estado e

. Pasé el resto del día inquieta, revisando mis malet

n mensaje

edo esperar a verte. ¿Est

él, necesitaba que la realidad borrara por

llegó casi

rta de nuestro departamento, esperándote

la puerta... esperándote". Era una frase normal, pero después de mi pesadil

"Para, Sofía. Te está

uestro edificio. Cada semáforo en rojo aumentaba mi nerviosismo. ¿Y si

edificio, respiré hondo. Todo est

maleta. Caminé hacia la entrada, mi corazón latien

onces

a entrada principal, estaba él. E

chada, y en su mano, una bolsa de plástico de l

eló la

n una sonrisa grasienta. Caminó

¡Finalmente

cedí horrorizada, chocando co

í!", grité, mi

a mirar. Manuel me miró con

a? Soy yo, tu Manue

rrar mi brazo. Su tacto era húmedo y desa

conozco!", grité, t

é a la multitud. "Este h

s ojos se llenaron

fono? Me dijiste que estabas deseando volver a casa conmigo, que

. eran una distorsión de mi conversa

ueltas. La multitud me miraba con

prometido es Ricardo,

sesperación. Manuel adoptó la postur

o para ti, mi amor. Pero no ti

cia él. Empezaron a murmurar entre ellos

, ella parece

encierro

acercó a mí con u

n nos hace olvidar las cosas. Pero

", grité, sintiend

la policía?", preguntó un hombre jov

a oleada de esperanza. "

mano, con una expresió

rio. Entiendo que

ntalones y sacó una cartera gastada. De ella, extrajo

mintiendo. Somos

rpresa, y luego a vergüenza. Le pasó el documento a la mujer mayo

on mi nombre, Sofía Ramírez,

o, todas las miradas se giraron hacia mí. Y

usurré. "Es falso. ¡

ue apenas podía desbloquearlo. Fui a mi galería de fotos, a la ca

la carpeta, mi

s habían

Manuel. Manuel en la playa conmigo. Manuel en la cena de Navidad con mis padres. Manuel y yo, sonriendo

o y absoluto, me invadió. Esto no era posible. Algui

yor, desesperada. "¡Mire! ¡Esto no

ima, como se mira a algui

mija.

fono y se alejó, sa

dispersarse, lanzán

egar a su propio

er que aguantar

evarla a un

o acusador. Manuel se acercó lentamente, su falsa

Vámonos a casa. Ne

e me quedaba. Mi mente estaba en blanco, mi corazón hecho pedazos. Es

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