o. La sonrisa confiada de Ricardo se congeló y luego
mo si no hubiera en
ar. "Sofía, ¿qué te pasa? ¡Es Ricardo
ómodos. La gente se miraba, sin entender el giro del guion. Se suponía q
dad de dar explicaciones a esa gente que había sido testigo pasivo de su hu
biente pareció un acto de agresión. La pantalla se iluminó, mostrando el fondo de pantalla: una
odo bien, mi amor? Valentina no quiere dormirse hasta
ensión en sus hombros se disipó. Este era su mundo ahora. Esta era su realidad. El
se levantó torpemente. La confusión en su rostro
ndola suavemente del brazo. "Deja ese teléfono. Estoy ha
zo estremecerse de repulsión
on un filo de acero. Miró directamente a sus
lo que pasó... fue un error terrible. Pero te he esperado.
de sus labios so
s cuando te quedaste callado mientras Camila me acusaba de plagio frente a toda la facultad? ¿El amor que te
pe. Ricardo retrocedió,
. "Era joven, estúpido... Camila era mi a
te tu oportunidad de elegir en ese momento, y lo hiciste. Elegiste. Y tu elecc
anillo que él todavía sos
labras. Y guarda ese a
do un anillo sencillo pero elegant
ya estoy
luces de neón. La mandíbula de Ricardo literalmente cayó. Los ojos de Luis s
por la justicia poética que representaba. Era la verdad, su verdad, s
o llevando un peso inmenso. "Tengo una hi
rimonio fue un golpe, e
físico. El costoso anillo de diamantes se le resbaló de los dedos inertes y cayó a la alfombra con un golpe sordo, d
la palabra apenas a
, sin una pizca de lástima.
ón no es un error que se arregla con un anillo caro o con el tiempo. Es una elección. Una elección que define quié
ado y a una multitud de espectadores atónitos. Su nuevo capítulo la