e sentía tan fuera de lugar como yo, pero aguantó con una estoica dignidad. Aceptaba los saludos con un mov
n trasero. Necesitaba aire. La noche habí
saber qué fu
a, su silueta recortada por la luz que salía de la casa. S
. Ya la escuchaste," resp
ú y yo sabemos que nos pertenecemos. Deja este jueguito ridículo con el ran
risa seca y
error de mi vida fue
o. "¿Es por algo que hice? ¿Es por Carmen?
ismas excusas baratas que
No me importas tú. A partir de hoy, tú y yo no
tido? ¿Ese muerto de hambre? ¿Crees que él puede darte lo qu
to, una figura apa
quí estás. Te es
toneo exagerado. Al verme, su sonrisa se volvió maliciosa.
fía. Qué... valie
to de su copa voló por el aire y ate
o siento tanto!" exclam
culpado yo, habría intentado l
vez
Ricardo se interpuso entre noso
fue un accidente? Siempre tien
una mano protectora en el hombro de Carmen, quien se e
ada de mis peores recuerdos, que sen
gunté, con una voz pel
, y finalmente llamé a uno de
orita Carmen fuera de mi propiedad. Y
abierta. "¿Qué? ¡No
o te atreves, Sofía!
rándolo directamente a los ojos. "Tú tampoc
eza. Ella se resistió, gritando, pero fue inútil. Ricardo, lívido de rabia, me la
ncio. La mancha de vino en mi vestido era como una herida a
r. Respiré hondo, el aire llenando mis pulmones. El viejo amor, el que me había matado, dolía como un miembro fantasma, un eco de
o. Realmente se