ia, era la novia de Máximo Castillo. Pero también
ovia y mi antig
como un reemplazo temporal, esperand
pidamente,
os a firmar los papeles de nuestra
ad para demostrarles a
él no
de la oficina de registro.
raba con una mezcla
¿está segura de qu
léfono y ll
es veces. Na
la gente en la sala de espera murmuraba, reco
entes y le en
e estás? Te es
resp
enía en mi mano, ese papel que representaba mi última esperanza, y la rompí e
era junto a la pue
yo sentía un frío que me calaba los huesos.
onces
uno de los bailarines d
lado, con su cabeza apoyada en su hombro, estaba Sofía Salazar
ía ido a recibirla, dejándo
a de esperanza
ciones Giralda". Entré direct
la plaza en Buenos
ndido. "Lina, ¿estás s
voz firme por primera vez en mu
rde, borracho. Sofía lo sostenía,
erida, perdona. Tuvimos una pequeña celebraci
spondí, mi voz helada
, quitándole los zapatos con una fam
directamente a los ojos. "Necesita que alguien le prepare s
e directo. Me estaba diciendo que ella lo conocía
lo necesitará. Lo dejaste una vez por tu carrera en Nueva York. No creo
a de Sofí
dormido en el sofá, extendió u
, desenfocados. Murmuró un
vayas otra vez..
do se
n agudo que me
espués de cinco años, en su