d que yo le había proporcionado, pero
murmuró para sí mismo, arrojan
mi padre, un viejo amigo del suyo, le ofreció la dote de mi madre a cambio de
lamaron para celebrar su r
gritó uno de ellos en medio del bullicio de una caseta de
Mateo, apurando su copa de fi
o miró con preocupación. Era el ú
. "Sofía es una buena mujer. Un día te arrepenti
¿Sofía con otro? Por favor
anila idéntico al que él me había regalado. Sin pensarlo dos veces, s
í?", le espetó, su voz ca
tada. No era yo. Era u
que es?", gritó ella, atr
pidamente, disculpá
os. "Has perdido la cabeza. ¿No te das cuenta? Sofía te dedicó tres años de su
gen de mi rostro tranquilo mientras le entregaba
scena así", continuó Javier. "Nun
Mateo, aunque su voz s
Javier, negando con la cabeza.