preguntó Mónica, intentando sona
ije, mirándola directamente a los
l rostro de ambas. Se q
cuarto sin tocar, como siempre. Vi
o?", preguntó, mirando
e. "Carla y Món
Sabía cuánto las quería, cuánto había h
bien? Te ves.
rfecto,"
ueron, derrotadas y en silen
é onda. Esas dos traía
ad, la advertencia en mi computadora, la co
, su expresión pasando de
sas... ¡Hijas de su madre! ¡Después de t
lo," admití, sintiendo
uerdos vinieron a m
ro yo los convencí, argumentando que era importante para su "desarrollo artístico". Yo mis
á que yo iba manejando. Me castigaron por tres meses, me quitaron mi propio auto y tuve que trabajar todo el verano en una de las bod
ado a distanciarse. Desde que ese tal Z
staban "ocupadas". Tenían "proyectos escolares" o "salidas de chicas". Si yo int
se volvieron esporádicos. Empezaron a criticar mi ropa, mi música, m
a una fase. Que estaban creciendo,
empre ha sido un vividor. No me sorprende que las haya eng
s," dije, levantándome. "Se
r ti, wey. Ya era hora
la puerta de mi cuar
ica. Y detrás de
rc
n rubio maltratado y esa cicatriz en la ceja que le daba un aire de matón. L
era el dueño, mirando todo co
idito del niño rico,"
lado, mirándome con desafío.
mi voz helada. "¿Y quién te di
o, campeón. Solo venimo
Mónica fue directamente a mi mini refrigerador y sacó una botella de agua, como si fuera su
tal. Y mi pacienci