ignoré mis estudios y fui al campo de polo.
enc
Diego, quien galopaba por el campo con una arrogancia deslumbrante
sudoroso y eufórico. Le dijo algo al oído y ella se
ía por completo. Me sentí como un intru
con el corazón marti
ofí
sonó
destello de culpa en sus ojos. Pero desapareció tan rá
u sonrisa era una máscara de cort
Ángel. ¿Has dejado tus libros por un mom
o era
ndolo y mirando directamente a la princ
itó mi
e me olvidó por completo. Diego tenía
stra tradición?" pregunt
ltó una
cosas de niños. La princesa y yo estába
, aunque pare
. No es para tanto.
quise creerle. Quise cree
ira, para que veas que no lo he olvidado, te promet
ra una herida profunda, pero me af
las cosas, Diego intervino de nuevo. Señaló
más interesantes. Cacerías, bailes, la vida en l
staba pintando como un ratón de
ando que me defendi
o. Su silencio fue más doloroso
en rompió el contacto vi
amos ocupados ahora
. Una clara señal
ndo sus miradas en mi espalda. Me alejé sin decir una p
eño paquete. Dentro, había un peine de jade exquisitamente tal
o. Nos vemos en tu gradua
ueña llama de esperanza en mi corazón. Quizás e
mo un hombre que se ahoga se
creció. Cada vez que intentaba verla, tenía una excusa. Estaba
su apuesto primo. Se convirtieron en la pareja del mom
a sombra, una anécdota del p
e ese día, todo se arreglaría. Cuando me vieran en el estrado, con
ngenu