que tanto había extrañado. Esperaba ver a mi madre en la cocina, tarareando una canción, a mi padre leyendo
discordante, una pieza que no encajaba, un
fá, bebiendo una taza de chocolate cal
s, y sostenía la mano de mi mad
o. Un frío helado r
álido, pero con una nota de preocupación. "Mira, pobrecita Valentina. La en
entina levantó la vista y me miró. No había triunfo en sus ojos, solo una fa
ía," dijo con voz temblor
dome. Sabía que no podía contradecir a mi madre fren
en la cocina?" logré decir, manten
iguió, con el
as que te molesta. La pobre
en ella," dije en voz baja, desesperada. "¿
fuimos criados para ser así. Siempre hay espacio en esta casa para alguien q
as se perdieron. La bondad de mi madre era un m
ateo acababa de entrar y Valent
re tu baile. Dice que eres el mejor. Estoy
ducado y un poco
. Sofía
de adoración que me revolvió el estómago. "Estoy se
su red justo delante de mis ojos, y yo
ntrol ahora solo me haría ver como la mala de la película. Si quería ganar, t
nquila, Valentina. Mi mamá hace
a sonrisa, creyend
aravillosa. Eres muy
e todo el peso de mi promesa. "Soy muy afortun
estaba en mi casa, un lobo vestido de cordero durmiendo al final del pasillo. La audición de Mateo era
te y fui a la cocina. Abrí el botiquín del baño. Recordaba que mi madre guardaba unas pasti
arriesgado, pero no tenía otra opción. Era la única manera de neutralizarla,
segunda oportunidad, y no i