a mí. Levanté la barbilla y miré a Ricardo di
y... reveladora. Pero tengo que re
ndo de la confusión en su rostro. L
o, estoy
uestro pequeño círculo, seguido de
es que engañas? ¿Te inventaste un marido imag
ue esperaban ganarse su favor, se rieron con él. Sofía se
emos que es difícil ver a Ricardo tan fe
quisita y única. No era un diamante ostentoso, sino un zafiro azul profundo, tallado en forma de estrella, rodeado por una constelación de pequeños diamantes sobre u
oz tranquila pero resonante. "E
llo. No personalmente, pero sí por su fama. Era el sello no oficial de una de las familias más poderosas y discretas del país, la familia Varela. Y el zafiro estrella er
mujer que él había desechado, pudiera estar casada con un hombre como Marcos
ose. "¡Ladrona! ¿De dónde sacaste es
una fuerza brutal, tratando de arrancarme el anillo. Grité, más por la sorpresa que por el dolo
u rostro contorsionado por la rabia. "¡No va
al golpear el suelo. Sentí el frío del piso a través de la tela, y la humillación, esta vez, era física, aguda y abrumadora. La gente solo miraba, nadie interven