nizó un partido de exhibición benéfico antes del inicio de la temporada, un evento transmitido en vivo a nive

bían asignado a un equipo improvisado de estrellas locales para enfrentar, precisamente, a Los Águilas, era una jugada maestra d

falsedad, mientras calentaba, Valeria se acercó a

ada de una dulzura venenosa, "Pero no te preocupes, le dije a Ricard

, había un brillo de triunfo cruel, asentí en sil

a alimentaba con pases precisos, la colocaba frente a la portería, celebraba sus tiros con un entusiasmo exagerado, mientras tanto, a m

nte capitán apoyando a su nueva delantera estrella, mientras su

e filtrado, por un segundo, vi la portería despejada, era mi oportunidad, corrí con todo lo que tenía

ó que me había tirado, que había intentado fingir un penal, el silba

ndome una mirada de disculpa fingida que las cámaras captaron como un gesto de deport

los pocos minutos, en una disputa por un balón dividido, Valeria llegó tarde, con una fuerza desmedi

ido ahogado de dolor y frustración, caí al césped, retorcién

osa, innegable, pero ella ya estaba actuando su parte, con las manos en la cabeza, fingiendo una preocupación ex

o, ajenos a la malicia, empezaron a tejer

no está teniendo

parece que la exjugadora de Los Águil

tos jugadores, quizás las em

e mis excompañeros, algunos me miraban con lástima, otros con indiferencia, pero Ricardo y Valeri

diendo, era un mar de odio, me llamaban "llorona", "diva", "mala perdedora", las fotos de mi rostro contraído de d

ajo que había estado en mi vida, una promesa nació del fuego de mi ira, esto no se quedaría así, me levantaré de esta cenizas,

amos en una cancha, no serí

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