icardo entró, su traje impecable sin una sola a
filo de molestia. Su mirada pasó del cuerpo de Nieve en mis brazos a la mancha de san
ta hacia él, m
o lo
nó extrañ
el ceño, su mira
Seguramente lo provocaste. Mateo es solo un niño, todavía
años siendo comprensiva. Había soportado el desprecio de un niño y la i
todavía sin emoción. "Él rompió mis dise
, un sonido de
ato." Se giró hacia la puerta y llamó a
una de ellas comenzaba a frotar la mancha de sangre de la alfombra, borrando la única evidencia del
cuerpo no me ofrecía ningún consue
co más suave, la voz que usaba cuando quería algo de mí. "Per
ermana. S
sto que pretendía ser reconfortante
"Mañana te compraré otro ga
o. Un escalofrío me sacudió. Me aparté de su toq
nte temblando con una emoción que no era tr
genuina sorpresa en su rostro, rápidamen
dícula. ¿A
r lugar lej
había llegado a odiar. Su aliento cálido rozó mi piel,
odo. Descansa un poco. M
s firme. "No habrá un
evitar que quedara embarazada. El recuerdo de las dos veces que, a pesar de todo, el embarazo ocurrió, y las visitas silenciosas y aterradoras a una clínica clandestina para "resolver el prob
o a
e beber ese
ra vacía en una casa llena
irándolo directamente a los
u toque con una agilidad que me sorprendió a mí misma. La sorpresa en su