ños rotos se había pegado a las p
nar la cocina mexicana, ahora solo una sombra de lo que fui,
akal" Mendoza, mi exnovio, mi
, y tiró al suelo los jitoma
dije, con una voz
no los
me golpeó: él ya había saboteado nuestro sueño una
crueldad, solo que ahora alimentada por la v
lo me robó las recetas, sino que vaciab
ya no
desentrañé el secreto de nuestros sabores, aquellos que Carlos nunca podría entender ni rep
perio de food trucks se desmorona
ón, a hablar de mi mole de chicatana como
o del concurso "Sabor Nacional", mientras
comenzaba a
tó una vil campaña de desprestigio en mi contra
se hiz
, no me
una rueda de prensa, con mi a
ción y robo de pro
rey intocable
derrumbó y confesó su part
iado de frente, pero
on un odio rencoroso, echándome l
alentina les dijo q
la futura madre de su niet
una
la tragaron
ron un
do su vientre abultado y burlándose de mí, diciéndome q
nreír con ge
lma absoluta de quien cocina con el alma, v
, furiosos, irrump
tafa
Carlos había sido descubierto en una estafa masiva de exámen
se abalanz
o, golpeado,
entó huir, pe
lloré de p
enciado a cinco
io se de
abuela, frío y sólido,
erdad, apenas es