en la entrada cuando la pue
decientes que tenía bordados. Llevaba el pelo recogido en un elegante moño alto, aunque algunos mechones caían artísticamente sobre su
, exclamó Rhett apenas la vio
stantáneamente. Su rostro di
seducción. ¿Por qué el destino no se la llevó también en aquel entonces?', se pregu
ica que lanzaba m
letal; en sus pupilas ardía una promesa de represalias.
peó e intentó suavizar las cosas. "Kathryn, ven para que
arle una mirada de soslayo. Para ella, Rebecca no era más que la mujer
lo había un puñado de miembros de la familia Palmer y algunos empl
cipado, pues los Palmer habían accedido
ngaño: ese era un intento apenas d
t, que regresaba para reclamar su lugar. Por mucho peso que tuviera el apellido Palm
a risa silenciosa y burlona, chasqueó los ded
los funerarios, compuestos de lirios blancos. Los colocaron en dos filas ordenadas
e puso
rsionó sus hermosas facciones. Cada fibra de su cuerpo clamaba qu
ecorría perezosamente a los invitados impresionados. "Es solo un de
s ido demasiado lejo
no echas un vistazo a tu regalo de bienvenida?", int
esta familia ofrece", contestó la joven, ensancha
salieron, Andrew y Martha Palmer, los padres de Rhett, le
ones, habitualmente impecables, e
ero nos aseguramos de que no se saliera con la suya". Juli
ente. Limitar las invitaciones a unos cuantos fue brillante. Ahora quienes no recibieron una piensan que Kathryn los despreció
reguntó: "Papá, ¿por qué insististe en in
o aquí a la fiesta de Kathryn, le guardará un profundo rencor. A fin de cuentas, tiene buena memoria y un carácter terri
er su arrogancia", respondió Julie