iar que de repente le pareció patético, y la siguió. Mantuvo una distancia prudente, con el corazón latiéndole con fuerza contra las costillas. No sab
teniéndose frente a un club privado con una puerta de madera oscura y sin letreros. Rico aparcó más adelante, en la somb
la Ciudad de México iban a ser ellos mismos, lejos de las cámaras y los curiosos. Él tenía una membr
estaba oscuro, iluminado solo por luces de neón que hacían que todo pareciera irreal. Buscó entre
nte peinado y una camisa de diseñador abierta hasta la mitad del pecho, le rodeaba la cintura con un brazo. Él le susurraba algo al oído y ella se reía
onándose. Podía sentir el sabor amargo de la bilis en la garganta. Quería gr
n momento de calma en la música. Era Brenda, la mejor ami
errito faldero?" , preguntó Br
. "Lo de siempre. Se arrodilló, el anillo, el di
te?" , preguntó o
rdad, no a un asistente personal" , dijo Sofia, y miró al jo
gancia y le dio otro bes
ue eres la misma chica de la que se enamoró en la prepa.
o es tan predecible. Aposté con ustedes que me llam
as otras al unísono,
La humillación del restaurante no era nada comparada con esto. Esto era la aniquilación total de su amor, de
ie lo notó. Salió del club y el aire frío de la noche le golpeó la cara, pero no sintió nada. Estaba entumecido. Se subió a su coche y se que