a allí, su cara era una máscara de furia. A
para hablarme así?" gritó,
tado mintiendo y robando," respo
la habitación, mi mejilla ardió al instante. El shock me dejó par
s loca!
abitación y saqué de mi bolso los papeles que había impreso
l acuerdo de divorcio, quiero la mitad de todo, incluyendo
ego me miró a mí y solt
as reír, Sofía. No eres nad
lpable que me dio fuerz
lugar lejos de
oblando camisetas y pantalones con una precisión que no sentía. Mi mente estaba en
era mía. La abrí. Dentro, no había zapatos. Había lencería de seda roja, varias prendas, toda
prueba era de h
ntía como si me hubieran golpeado en el estómago. Una cosa era la sospe
aja en mis manos, su cara palideció por u
de una prima de un amigo, me pidió que se lo guard
ni siquiera me molesté en responder. Simpleme
razo?" pregunté, mi v
es muy bromista," balbuceó, su mirada ye
a más que decir. La verdad estaba ahí, fea y desnuda. Él no solo m
astré la maleta hacia la puerta
, su voz era un gruñido bajo y amenazant
lo, pero me bl
ete, M
i maleta, con tanta fuerza que se volcó y
e vas!" gritó, su
or el suelo, lo miré y ya no vi a un hombre, vi a un animal ac