en la casa era tan densa que s
ntuales. Eran personas cálidas y amables que intentaba
tardó en
rca en semanas. Parecía que había envejecido diez años. Su piel era casi traslúcida, su
ima, pero fue rápidamente
eza, pero a mí ni me miró. Se sentó a la mesa en un si
por debajo de la mesa y me sonrió. Traté de devolve
lítica, la señora García de los planes de la boda. Yo respon
ada. Solo mirab
entras tomábamos café,
elices de que te unas a nuest
, mi madre lev
che, no estaban vacíos. Tenían una inte
n a Ro
Caminó alrededor de la mesa hasta llegar a él. Los padres
o estaba paralizada en mi asient
gual que lo había hecho con
abios a su o
stante. Un mur
se end
acción de Roberto: sorpresa, miedo,
ena en su rostro. Parpadeó un par de veces, como si saliera
aría" , dijo
e no re
de salir del comedor, me m
estaba
ra de lugar que había visto cinco años atrás
pareció por
obre la mesa. La señora G
lancé sob
Roberto, ¡dime
viera a través de mí. Sus o
nte" , dijo con una calma que no era
, mi voz subiendo de tono. "¡
una escena" , dijo, su voz fría y d
El hombre que amaba se había ido, y en su lugar h
ase había sid
o era la sigu