a extraña mezcla de antiséptico y una felicidad que yo creía que era mía. Sost
illantes de lágrimas de a
Papá de gemelos! ¿Puedes creerlo
ajado, todo lo que había soñado, se estaba haciendo realidad en esa s
, llegó hasta nosotros, clara y nítida. No nos estaba hablando a nosotros. Hablaba con su a
z a gemelos de pa
dre y yo nos miramos, confun
Clara continu
cimiento en el hombro es tu h
l se desvaneció en un silencio ensordecedor. Sen
de una incredulidad que rápida
No... no puede ser.
, me enredé contigo varias veces, y no estaba segura... Por eso me hice una prueba de ADN en se
ber entrado en la habitación. Oímos el llanto suave de
Clara, es n
e un beso apasionado. Un beso que no era para mí. Un be
pálido como el papel. Sus ojos estaban fijos en la puerta, abiertos de par en p
mi propia voz sona
atando de sostenerla, pero su c
grité, el pánico apoderándose de mí. "
, la pusieron en una camilla, le gritaron términos médicos que yo no
El pasillo del hospital, antes un lugar de esperanza
como una eternidad, un médico
sivo. El shock fue demasiado para su corazón. Hi
espe
a vez. Se desplomó en mis brazos y nunca más despertaría.
de mi pecho. Lloraba sobre el cuerpo sin vida de mi madre, mi corazón hecho pedazos.
ró en mi bolsillo. Lo saqué con manos
iño, el hijo de Alfonso. El otro te lo dejaré a ti para que lo cuides y experimentes la aleg
ndono, era como veneno. La alegría de ser padre. Me lo decía como si me estuviera haciendo u
bés, desaparecidos con su amante. Y yo, abandonado con un
sabor metálico llenó mi boca. Miré mi mano y vi la mancha roja y brillante. Est
dado, sosteniendo un pequeño bu
l... este e
al pequeño ser en sus brazos. Su rostro era pequeño y arrugado, y dormía p
h
dejó
llaron contra mí con la fuerza de un h
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